jueves, 20 de mayo de 2010

TRIGÉSIMOSEGUNDA OBVIEDAD: Sobre el velo y el islamismo



Con algo de retraso porque es un tema que creo mejor no tratar a fondo en caliente, me gustaría comentar algo sobre la polémica que se suscitó en abril por la intención de una joven musulmana de asistir a clase en un instituto de Pozuelo de Alarcón, Madrid, tocada con el hiyab o velo islámico: una joven de 16 años llamada Nawja, criada en España, decidió un día acudir a clase con velo, algo que no había hecho hasta entonces. En el centro educativo se opusieron porque el reglamento del centro prohíbe la estancia en clase con gorra, capucha, velo o cualquier cosa que cubra la cabeza.

Y se reabrió el debate sobre el uso del velo islámico en los centros educativos. La joven argumentó que ella había decidido usar el velo como un signo de sumisión a su Dios. Pero vecinos y amigos de la joven opinaron que obedecía a su padre, un integrista presidente del Centro Cultural Islámico de la parte vieja de Pozuelo. O sea que, al parecer, se trataba de un pulso, un desafío, una provocación para conseguir algún avance si se cedía. Y alguna cesión ha habido, porque se le ha buscado otro centro próximo cuyas normas no impiden el uso del velo. Y los mismos progres que persiguen la eliminación del crucifijo en las escuelas apoyaron el uso del hiyab en nombre de la libertad religiosa. Y los “tolerantes” dijeron que el derecho de escolarización de Nawja debe estar por encima de las normas del centro. Y la Federación de Entidades Religiosas de España anunció acciones legales contra el centro por considerar que se ha vulnerado la libertad religiosa de Nawja.

Desde mi punto de vista, en el trato y la consideración que se ha dado a este asunto, hay dos errores fundamentales: A) Entender el velo como un símbolo de identidad religiosa. B) Ser tolerantes con los intolerantes. Desarrollemos un poco estos dos puntos:

A) Al parecer, no hay en el Corán, libro sagrado de los musulmanes, una obligación explícita de uso del hiyab, menos aún del velo integral –niqab o burka-. Su uso responde a la imposición masculina de padres, hermanos o esposos y su aceptación es un signo de sumisión de la mujer que, como ha dicho Nicolás Sarkozy, menoscaba su dignidad.

Me resulta difícil entender la aceptación del velo por parte de las mujeres que se llaman progresistas, cuando se trata de una muestra fehaciente de la baja consideración en que es tenida la mujer en el Islam. Alguien a quien conozco desde hace muchos años ha tenido que viajar en bastantes ocasiones, por motivos profesionales, a algunos países del norte de África y ya desde la primera vez tuvo oportunidad de apreciar el bajo nivel de la consideración a la mujer en esos lugares. Contaba nuestro viajero que en la primera ocasión que viajó a Marruecos, en 1972, le llamó la atención ver en el campo a mujeres, a veces cargando con un hato de hierba o leña, caminando delante del hombre montado en su borrico. Comoquiera que él tenía la imagen estereotipada del hombre delante y la mujer detrás, preguntó a un español que trabajaba allí si es que él estaba equivocado y este le contestó que su idea era la correcta, pero que el orden había cambiado a partir de la segunda guerra mundial y después de que varios hombres volaran con sus borricos en algunos de los campos de minas que se sembraron. Fue entonces cuando los hombres decidieron que sus mujeres fueran delante.

Otras perlas que pueden desgranarse para dar una idea del nivel que ocupa la mujer en la machista sociedad musulmana, pueden, a título de ejemplo, ser las siguientes:

-Una sura del Corán dice que la mujer solo tiene derecho a la mitad de la herencia del varón.

-Una mujer malaya ha sido condenada a recibir 6 latigazos en las nalgas por beber cerveza junto a unas amigas en la sala de fiestas de un hotel.

-Un senador de Nigeria de 49 años toma por cuarta esposa a una adolescente de 13 años tras pagar 75.000 € a sus padres.

-Lapidan hasta la muerte en Somalia a una mujer divorciada de 20 años por mantener una relación sexual con un hombre soltero de 29 años. El hecho se calificó de adulterio. El hombre recibió 100 latigazos, pero sigue vivo.

-Tres mujeres fueron azotadas en Malasia porque mantuvieron relaciones con hombres sin estar casadas.

-Un clérigo saudita ha dicho, como justificación de los matrimonios entre niñas y ancianos, que a los 9 años una niña se convierte en mujer y que los tratados internacionales de derechos humanos contrarios a la sharia –ley islámica- son cosa de cristianos, ateos y fornicadores.

-Los tribunales saudíes decidirán si una niña de 12 años puede o no divorciarse de su marido de 80 años.

-En Roma un marroquí ha degollado a su hija de 18 años por irse a vivir con su novio. Alega que se había accidentalizado demasiado y estaba deshonrándole.

-En un pueblo de Turquía una familia enterró viva a la hija de 16 años porque tenía amigos masculinos. Según diversas ONG, en Turquía todavía se producen alrededor de 300 “crímenes de honor” al año.

-Una mujer saudita de 75 años ha sido condenada a 40 latigazos y 4 meses de cárcel por haberse reunido en su domicilio con dos jóvenes sin ser familiares. Les detuvo la “policía religiosa” saudita.

-En 2007 una joven saudita fue condenada a 200 latigazos y 9 meses de cárcel por reunirse a solas con su novio, a pesar de que 7 hombres les sorprendieron, secuestraron, golpearon y violaron a ella en grupo. Los violadores fueron condenados a penas entre 10 meses y 5 años.

B) Mucha gente en Occidente predica la tolerancia como el medio adecuado para tratar con el islamismo. Sin duda que la tolerancia es una virtud y su práctica es, en términos generales, deseable. El problema es cuando se aplica en el trato con intolerantes que se benefician y aprovechan de ella sin corresponder y sin cambiar ni su comportamiento ni sus objetivos. Y la intolerancia es un sello característico del Islam que se da, en mayor o menor grado aunque de forma generalizada, en todo el mundo musulmán y que se plasma en su primer y común objetivo: extender el islamismo a toda la humanidad. Los más radicales son los que propugnan, sostienen y alientan el llamado terrorismo global como medio para conseguir su objetivo. Y realmente es global porque no solo ataca a Occidente -11S, 11M y otros-, sino que muchos de los atentados que cometen los realizan en el mundo musulmán y las víctimas son también musulmanes a los que los radicales atribuyen alguna desviación en sus creencias o forma de vida.

Otros son menos radicales en los medios utilizados, pero demuestran su intolerancia por sistema:

-El Ministerio de Asuntos Islámicos de Arabia Saudita cuenta con 50 centros y 500 empleados dedicados a tratar de conseguir la conversión al Islam de los inmigrantes, utilizando a veces la amenaza de la pérdida del empleo, como sucede con frecuencia con los inmigrantes filipinos católicos.

-En Arabia Saudita no se permite la existencia de ninguna iglesia y se prohíben las reuniones de los católicos para rezar, incluso en casas particulares.

-El artículo 222 del Código Penal marroquí castiga con cárcel de 1 a 6 meses y multa a quien incumpla los preceptos del Ramadan, lo que viola distintos convenios internacionales firmados por Marruecos.

-Marruecos ha expulsado este año a más de 80 cristianos acusados de proselitismo y de querer quebrantar la fe musulmana. Y Marruecos está moviéndose políticamente para que le sea aceptado presentar su candidatura a la UE.

-El pasado mes de noviembre una pareja de ciudadanos británicos fue condenada a un mes de cárcel, a pagar una multa de 280 $ y a abandonar Dubai porque una mujer les denunció por besarse en la boca en un restaurante.

-Actualmente en Turquía, país constitucionalmente laico y que está presionando para entrar en la UE –pese a que de sus 77 millones de habitantes solo 5 viven en Europa-, es prácticamente imposible conseguir un permiso para construir una mezquita. Desde el año 1943 los católicos están reclamando que les sea devuelta la iglesia de San Pablo en Tarso, que está siendo utilizada como museo. También se ha pedido la reapertura del seminario de Halki, escuela de teología clausurada en 1970, en ambos casos sin éxito, pese a que las restricciones legales a la libertad religiosa se levantaron en 2003, pero infinidad de barreras burocráticas hacen el mismo efecto que una prohibición.

-La ministra turca para Mujeres y Asuntos de Familia ha declarado que la homosexualidad es un desorden biológico que debe ser tratado médicamente y que, consecuentemente, no aprueba las uniones homosexuales. Y nuestros progres gays y lesbianas apoyando la Alianza de Civilizaciones de Zapatero. Y España dando su apoyo total y sin reservas a la entrada de Turquía en la UE. Claro que hay quien ya está viendo las cosas de otra forma, como Antonio Gala, que recientemente ha dicho:”Quizás un día nosotros o nuestros sucesores tengamos que defendernos del Islam”.

-Un profesor argelino ha exigido al rey de España la identificación y condena de los que expulsaron a los musulmanes de Al-Andalus, el regreso de sus descendientes, la recuperación del territorio y la devolución de sus propiedades. Parece que este profesor desconoce u olvida o no considera importante que los musulmanes entraron, en el siglo VIII de la era cristiana, por la fuerza de las armas, en una España poblada por cristianos y que fueron expulsados ocho siglos mas tarde por los herederos de los que sufrieron su violenta invasión.

Sin embargo, la sociedad occidental, obviamente creada a partir de los valores del humanismo cristiano, permite que los no cristianos vivan sin problemas en su seno, sin reparar en que el islamismo, en lugar de intentar la integración, socava lentamente las estructuras de las sociedades que le acoge, con el objetivo de ir imponiendo sus costumbres primero, sus leyes después y, fundamentalmente, su religión al final.