domingo, 23 de agosto de 2009

DECIMOCUARTA OBVIEDAD: Sobre la objeción de conciencia

Francisco Caamaño, ministro de Justicia, ha dicho, mas o menos, que como no hay mas posibilidad de objeción de conciencia que la que figura expresamente en la Constitución Española, quien pretenda acogerse a ella para no actuar de acuerdo con la nueva Ley del Aborto, incumplirá la ley y, consecuentemente, incurrirá en desobediencia civil. Al oír algo así, lo primero que me vino a la mente fue “tío, no des ideas”, porque con lo que está cayendo, con el cabreo que se está extendiendo por una sociedad civil golpeada por el paro y preocupada por un panorama desalentador, hay que tener mucho cuajo para mencionar la desobediencia civil.
Analicemos con cierto detalle lo que se contiene y lo que puede desprenderse de lo manifestado por Caamaño:
-Cuando habla de desobediencia civil se supone que lo hace refiriéndose al artículo 556 del Código Penal, según el cual los que se resistieren a la autoridad o a sus agentes o los que desobedecieran gravemente en el ejercicio de sus funciones, serán castigados con la pena de prisión de seis meses a un año. De modo que lo dicho por Caamaño suena a amenaza o, por lo menos, a advertencia para que los posibles objetores sepan a lo que se exponen.
-El artículo 30.2 de la Constitución recoge la objeción de conciencia, aunque lo haga específicamente como causa de exención del servicio militar obligatorio. También dice que sería regulada por ley, algo que nunca se hizo, lo que permitió que muchos jóvenes practicaran la “objeción a conciencia” para librarse de un servicio militar que representaba para ellos una pérdida de tiempo o un retraso en el comienzo de su vida laboral. Fundamentalmente fue la presión de la izquierda la que hizo que se introdujera la objeción de conciencia en un artículo que hablaba del derecho y las obligaciones de los españoles a la hora de defender a España. Curiosamente, cuando los socialistas alcanzaron el poder con Felipe González a la cabeza y lo mantuvieron desde 1982 hasta 1996, no aprovecharon la oportunidad para anular la obligatoriedad del servicio militar. Tuvo que ser el Gobierno de Aznar el que lo hiciera.
-Sin duda, cuando Caamaño hizo su declaración estaba teniendo en cuenta la sentencia 160/1987 del Tribunal Constitucional, discutida y discutible, que niega la posibilidad de cualquier modalidad de objeción de conciencia que no sea la relativa al servicio militar, basándose en el hecho de que es la única que figura en la Constitución.
-Caamaño olvida, supongo que conscientemente, las sentencias 15/1982 y 53/1985 del Tribunal Constitucional, que estiman innecesario regular la objeción de conciencia porque deriva de la Constitución y la consideran una manifestación de la libertad de conciencia que, a su vez, es una concreción de la libertad ideológica y religiosa garantizada en el artículo 16.1 de la Constitución. Ciertamente, la sentencia 15/1982 se refiere en concreto al servicio militar, pero la 53/1985 declara que existe un derecho general a la objeción de conciencia de los profesionales sanitarios cuando se demande su intervención en la interrupción del embarazo.
-Es obvio que hay que recordarle lo anterior a Caamaño con insistencia, además de otras cosas como por ejemplo:
• El juramento hipocrático, en el que se dice: ….De la misma manera no daré a ninguna mujer pesarios abortivos….
• El valor que la mayoría de los profesionales sanitarios otorgan a la Ética en general y a la deontología profesional en concreto. Es por ello que la Organización Médica Colegial de España (OMC) ha pedido que en la tramitación parlamentaria de la nueva Ley del Aborto se incluya la objeción de conciencia del personal sanitario. Y el Consejo General de Enfermería se ha pronunciado de forma similar.
• La Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea reconoce el derecho a la objeción de conciencia en su artículo 10, dedicado a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión.
Debido probablemente a la reacción negativa que ha provocado lo manifestado por Caamaño, Justicia matizó posteriormente que la objeción de conciencia debe ser regulada por las Cortes Generales para evitar que pueda confundirse con la desobediencia civil. Sin embargo, Elena Valenciano se apresuró a decir, en ese tono de enfado y resentimiento en el que acostumbra a manifestarse, que “hay profesionales que objetan en la sanidad pública y hacen abortos en la privada”. Bueno, pues si hay quienes actúan así, por favor, que los persigan y que paguen por ello. Pero que dejen tranquilos a los demás que basan su objeción de conciencia en el deber jurídico y deontológico de respetar la vida humana.

martes, 11 de agosto de 2009

DECIMOTERCERA OBVIEDAD: Sobre ETA y los vascos

Otra vez el azote de ETA. Primero en Burgos, donde pudo causar una masacre, y luego en Palma, donde mataron a dos hombres jóvenes que cuidaban de la sociedad, de nosotros. Son como la malaria, periódicamente el organismo sufre una crisis de fiebre aguda que le golpea con dureza, aunque hubiera transcurrido tanto tiempo sin aparecer que se tendía a olvidarla. Pero lo mismo que la malaria acaba reapareciendo debido a la forma latente hepática del parásito, ETA reaparece y ataca una vez más. Aunque a diferencia de la malaria, en la que solo las hembras del mosquito Anopheles se alimentan de sangre para poder madurar los huevos, en el caso de ETA ambos géneros están sedientos de sangre.
Y sufrida la nueva crisis, otra vez comenzarán las disquisiciones sobre la cuestión recurrente: la manera de acabar con ETA. Unos, por ejemplo los del PNV, dirán que la vía del diálogo es la única que permitirá alcanzar el objetivo. Los socialistas, que no hace mucho ensayaron sin éxito esa vía, dicen ahora –Rubalcaba y Roberto Ares- que el final de ETA no va ser dialogado. Sin embargo los socialistas permiten que ANV se mantenga en los ayuntamientos de los que forma parte desde las últimas elecciones. Y no han pedido al Parlamento que retire la vigente autorización al Gobierno para negociar con ETA. Y, según El Mundo, una de las personas que negoció de parte del Gobierno con ETA ha tenido contactos con miembros de la fundación Henry Dunant que hizo de mediador la última vez, lo que significa que los socialistas mantienen canales abiertos.
Habrá otros que dirán que la única vía es la conjunción de la policial, la judicial y la penitenciaria ejercidas con firmeza, sin concesiones. Y hay que admitir que el Gobierno de Aznar, con el apoyo del Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, dejó a ETA en una situación de extrema debilidad, a pesar de no contar con la colaboración de una Erzaintza a la que el PNV mantenía inoperante, lo que ahora parece estar cambiando. Y que la dispersión de presos, la cancelación de cualquier privilegio penitenciario y la mezcla de presos de ETA con los comunes, sin duda dañaría la consistencia de ánimo de los etarras. La cuestión es si todo ello sería suficiente. ¿Cuántas veces se ha dicho que se había acabado con el GRAPO y han reaparecido, a pesar de que ese grupo prácticamente no tenía apoyo social?
Entonces, ¿qué o quien puede acabar definitivamente con ETA? Para mí la respuesta es obvia: los vascos. Cuando he visto y escuchado que en algunas manifestaciones se decía “ETA no, vascos sí”, siempre me ha parecido una equivocación, un buenísimo tontorrón o una hipocresía para enmascarar la realidad de que vascos son los etarras, vascos los que les apoyan y vascos los que no hacen nada para acabar con esa peste. Si una mayoría notable de vascos manifestara pública y firmemente su rechazo a ETA, la organización terrorista se acabaría en solo unos meses.
Cierta y afortunadamente, no todos los vascos se identifican, son partidarios, apoyan o simpatizan con ETA, todo ello en mayor o menor medida, pero sí que hay muchos que lo hacen:
- Está la llamada izquierda abertzale, tan etarras como los mismos etarras y que nutren sus filas.
- Luego están los nacionalistas, tan irracionalmente racistas como su alienado Sabino Arana y que apoyan a ETA –que nació de una escisión del PNV- porque ya se sabe que “unos agitan el árbol y otros recogen las nueces”. Los que tenemos cierta edad podríamos contar mucho acerca de la evolución de los nacionalistas que les ha llevado hasta su actual radicalización separatista. Los mismos que para tachar a alguien de aldeano, de pueblerino, te decían “es un borono, habla euskera” en la primera mitad de los setenta, en la segunda mitad inscribían a sus hijos en una ikastola. Y luego los socialistas les cedieron el poder pese a haber obtenido mas votos y los aproximadamente 30 años que lo han mantenido les han convencido de que ellos son Euskadi y que solo ellos pueden dar el carnet de vascos. Y con la educación en sus manos han salido generaciones de vascos convencidos de que su tierra fue dominada e incorporada a España por la fuerza, porque, por supuesto, nadie les ha dicho que entre 1200 y 1230 los señoríos de Vitoria, Guipúzcoa y Vizcaya, temiendo ser fagocitados por el entonces fuerte Reino de Navarra, negociaron y obtuvieron, uno por uno, su adhesión a la Corona de Castilla.
- Por último están los que, por decirlo de una manera gráfica, reconocen que los etarras “son unos hijos de puta, pero son nuestros hijos de puta”
Todos ellos juntos suman aproximadamente la mitad de la población vasca. La otra mitad está formada por aquellos que todos los días ponen en peligro su vida y tienen que vivirla de una manera irregular -tomando precauciones y muchos incluso con guardaespaldas-, por un enorme grupo que no desea distinguirse y solo manifiesta su oposición a los etarras a la hora de votar y, por último, por los que pasan de la situación y ni siquiera votan.
Afortunadamente, los resultados de las últimas elecciones han permitido poner fin a la hegemonía de los nacionalistas y a restarle utilidad práctica a su culposa -¿o quizás dolosa?- complicidad con ETA y ya la Ertzaintza empieza a ganarles la calle a los filoetarras.
Puede que haya llegado el momento de que los propios vascos repasen los 50 años de ETA y hagan un balance de los mismos. Yo les ofrezco uno muy simple, por si quieren considerarlo:
- 900 asesinados, muchos de ellos mujeres y niños, y miles de heridos, algunos con secuelas para el resto de sus vidas. Y otras tantas familias destrozadas.
- Miles de millones que las acciones de ETA le han costado a toda la sociedad española –basten los ejemplos de la T4 y los daños al turismo-con la excepción de la vasca que, dado su concierto económico y la situación de privilegio que frecuentemente le ha deparado el sistema electoral, no solo no han puesto un duro para ayudar a sufragar los daños causados por sus chicos, sino que cada vez aportan menos al Estado por reducción del cupo y reciben mas como fondos estructurales.
- Más de 200.000 autoexiliados que han salido de la Autonomía vasca porque no querían vivir el envenenado ambiente y la falta de libertades imperantes allí o, incluso, porque su vida peligraba.
- El resentimiento y la antipatía que contra ETA en particular y los vascos en general se ha ido extendiendo entre el resto de los españoles por todo el daño que han sufrido en estos 50 años.
Parece que han llegado la hora y el momento oportuno para que los vascos le digan a ETA que se acabó y dejen de apoyarles o de ser tolerantes con ellos. Edmund Burke, político liberal inglés del siglo XVIII dijo, entiendo que acertadamente, que “hay un límite en el que la tolerancia deja de ser virtud”. Pues eso. Y que sirva para todos: vascos y resto de españoles.

sábado, 1 de agosto de 2009

DUODÉCIMA OBVIEDAD: Sobre Manuel Pizarro

Detesto que se desperdicie. No me gusta que se desperdicien los alimentos, el dinero, las oportunidades y la gente de valía. Y menos en tiempos de escasez, de penuria real. Y no cabe duda de que estemos en esos tiempos:
-El premio Nobel de Economía 2008, Paul Krugman –quien ha sido tan crítico con la política económica de Bush-, dijo en Marzo sobre la crisis, en el Foro Económico Innovae y en presencia de Zapatero , que “las perspectivas económicas de España son aterradoras”, que “la situación económica es especialmente difícil para España”, que “los próximos años van a ser muy difíciles para los españoles” y que “el camino de salida de la crisis para España va a ser doloroso o extremadamente doloroso”.
-Cuentas públicas: se espera que este año 2009 el déficit sobrepase el 10% del PIB y el Banco de España estima que el año 2011 el nivel de endeudamiento será el 90% del PIB. Se trata de un horizonte aún peor que el que se divisaba a primeros del año 1996, con un déficit público del 7% y deuda pública cercana al 70% del PIB.
-Según un reciente sondeo elaborado por Financial Times y Harris Poll, los españoles son los europeos que peor valoran la acción de su Gobierno frente a la crisis. Más del 70% tienen una visión negativa de las medidas de Zapatero y menos del 10% cree que lo hace bien.
-El Estado cada día es menos Estado: el nuevo modelo de financiación para las Comunidades Autónomas cede a estas el 50% de IVA e IRPF y el 58% de los Impuestos Especiales. Esta es una de las consecuencias del nuevo Estatuto de Cataluña.
-Otra de las consecuencias es la negociación bilateral del Estado con Cataluña -requisito previo para la negociación, si es que llega a haberla, con las demás comunidades-, con la que se ha acordado que de los 11.000 millones de euros extra que iba a repartir el Estado, 3.855 millones de euros serán para los catalanes –o sea, el 35% del total será para una Comunidad que tiene 16% de la población y 18 % del PIB totales-. Los catalanes más extremistas se han apresurado a calificar el hecho de victoria contra el Estado y de paso adelante en el camino de la independencia. El siguiente paso importante será, seguramente, el pedir el equivalente al concierto económico vasco.
-Y con el resto de los 11.000 millones de euros se primará a Andalucía y otras comunidades afines al PSOE y, naturalmente y como viene siendo habitual con las asignaciones para inversiones estructurales, se castigará a las que no lo son.
-¿Dónde está el trato igualitario que exige la Constitución Española? ¿Dónde está la solidaridad que la misma Constitución preconiza? ¿Dónde queda la austeridad si se considera que estos 11.000 millones de euros son adicionales a los 114.000 que ya ponía el Estado? ¿Cómo se puede aumentar la competitividad de nuestro país cuando las empresas disminuyen y el número de funcionarios ha aumentado hasta superar los tres millones?
En situación tan crítica como la actual es obvio que se necesita gente preparada, con ideas claras y capacidad para proponer soluciones y ponerlas en práctica si le llega la oportunidad. Y ese tipo de gente se puede decir que escasea escandalosamente en el Gobierno y bastante en la oposición -y puede que escasear sea un término benévolo-.
Y llama la atención que se desperdicie la oportunidad de utilizar gente de valía. En concreto me refiero a Manuel Pizarro. Aparte de la clara visión de la situación entonces presente y del inmediato futuro que puso de manifiesto en el debate con Solbes de febrero 2008 –desequilibrado debate entre un técnico políticamente inexperto que hablaba de realidades y un político con más conchas que un galápago que creaba castillos de humo como un ilusionista-, solo hay que escucharle o leerle en cualquier entrevista para tener clara su idoneidad para estar en primera línea. Naturalmente, Zapatero no va a llamarle y pedirle que arregle los problemas que él ha creado. Pero el hecho es que tampoco su propio partido, el PP, le está utilizando adecuadamente. Ni siquiera está en la Comisión Ejecutiva del PP, cuando debería ser el responsable de toda la política del PP que de algún modo toque la economía nacional –incluyendo Industria, Energía, I+D+i, Hacienda, etc-, no solo marcando las directrices de esa política, sino comunicándola, porque se le entiende fácilmente y llega a la gente con su lenguaje sencillo y claro. Todo lo contrario de Montoro, que demostró su capacidad para estar a cargo de un Ministerio en el Gobierno de Aznar, pero que es un pésimo comunicador.
Sin embargo el PP tiene el activo Pizarro en un rincón y prefiere seguir “arriolándose” de perfil –de perfil bajo, por supuesto-.
¡Dios!, qué situación más desalentadora.